ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL REDISEÑA EL FUTURO URBANO Y LA VIVIENDA!
Por: FERNANDO GIRALDO NARANJO (Marketer & Estratega Real Estate)
OPEN HOUSE COLOMBIA. Este fenómeno ocurre principalmente debido a la disminución de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida, lo que resulta en una estructura de edad que se vuelve más rectangular e incluso invertida, con una proporción mayor de adultos mayores. Las principales consecuencias incluyen presiones sobre los sistemas de pensiones y salud, cambios familiares y sociales, y la necesidad de reestructurar las políticas públicas para adaptarse a las necesidades de una población mayor.
Características y causas
- Disminución de la fecundidad y aumento de la esperanza de vida: Estos son los dos motores principales del envejecimiento poblacional, lo que significa que nacen menos niños y las personas viven más tiempo.
- Cambio en la estructura por edad: La pirámide poblacional tradicional con una base ancha (muchos jóvenes) y una cúspide estrecha (pocos ancianos) se transforma, volviéndose más rectangular y con una cúspide más ancha que la base.
- Impacto en la edad mediana: La edad mediana de la población aumenta a medida que la proporción de adultos mayores crece y la de niños y jóvenes disminuye.
Consecuencias
Transformaciones familiares y sociales: Un menor número de hijos puede generar una mayor carga de cuidado sobre las familias y la sociedad, con implicaciones económicas y sociales.
Presión sobre sistemas de pensiones y seguridad social: Con más jubilados y menos trabajadores activos, los sistemas de pensiones enfrentan desafíos de sostenibilidad.
Mayor gasto en salud: Las personas mayores tienden a requerir más atención médica prolongada y a tener más enfermedades crónicas, aumentando el gasto en salud.
Durante el Congreso Colombiano de la Construcción, realizado en Barranquilla, se abordaron temas estratégicos para el futuro del país: la adaptación de las ciudades y la vivienda al envejecimiento acelerado de la población. América Latina es hoy la región que envejece con mayor rapidez en el mundo, y se proyecta que para el año 2100, el 25 % de la población global tendrá más de 60 años.
César García, director de AVU México y especialista internacional en envejecimiento y economía plateada, explicó que este fenómeno demográfico representa un activo económico de alto potencial. La llamada economía plateada —conjunto de bienes y servicios dirigidos a las personas mayores— ya equivale al 50 % del PIB mundial y se consolida como uno de los motores económicos más dinámicos. En Colombia, el sector de la construcción solo participa con el 4 % de esa economía, lo que, según García, “abre un espacio significativo para la diversificación y la innovación”.
“El envejecimiento poblacional debe asumirse como una oportunidad para repensar la vivienda, la infraestructura y los servicios urbanos desde la inclusión y la innovación”, indicó. Añadió que el reto es cambiar la narrativa sobre la vejez, impulsando la idea de una “vejez vigente”, ya que el 72 % de las personas mayores de 60 años son independientes tanto cognitiva como físicamente.
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Ciudades longevas y vivienda adaptable
La industria de la construcción enfrenta la tarea de preparar el terreno para las llamadas “ciudades longevas”, espacios diseñados para que las personas vivan más tiempo y con mejor calidad de vida. Las cifras muestran la urgencia de esta transformación: el 70 % de las viviendas actuales no están adaptadas al envejecimiento, lo que podría volver obsoleto gran parte del parque inmobiliario en las próximas décadas.
Esto supone incorporar innovaciones que consideren la trayectoria de vida de las personas, de manera que la vivienda se transforme junto con quienes la habitan.
El concepto de Longevity Cities plantea integrar un urbanismo accesible, tecnología útil —como AgeTech y SilverTech—, servicios de cuidado y salud preventiva, y entornos intergeneracionales que favorezcan la convivencia entre distintas generaciones.
García subrayó que esta transformación requiere aplicar principios de gerontodiseño, orientados a la accesibilidad, la seguridad y la funcionalidad tecnológica. “El gerontodiseño implica crear viviendas evolutivas, capaces de adaptarse a cada etapa de la vida”, explicó. Esto supone incorporar innovaciones que consideren la trayectoria de vida de las personas, de manera que la vivienda se transforme junto con quienes la habitan.
Además de la infraestructura física, el especialista enfatizó la importancia de los servicios urbanos complementarios, como el transporte inclusivo, los espacios públicos accesibles y la oferta de salud preventiva cercana. Estos elementos, dijo, deben articularse con políticas públicas que promuevan entornos amigables con la edad.
Visiones del sector empresarial y financiero
En el panel posterior intervinieron Diego Prieto, presidente del Banco Caja Social; Julián Perdomo, presidente de Constructora Bolívar; y Juan Diego Céspedes, director de Hábitat y Desarrollo Urbano de la Fundación Santo Domingo. Los tres coincidieron en que el envejecimiento no puede entenderse solo como una tendencia demográfica, sino como una transformación estructural que requiere respuestas coordinadas desde los sectores público y privado.
Perdomo afirmó que “el futuro de la vivienda para personas mayores no se define solo por el producto, sino por la experiencia de vida que ofrece”. Destacó que el modelo de ciudad debe evolucionar hacia espacios que prioricen el bienestar y la interacción entre generaciones. En su visión, la vivienda del futuro debe ofrecer condiciones de seguridad, conectividad y comunidad, más allá del diseño arquitectónico.
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Contexto financiero!
Desde el ámbito financiero, Prieto señaló que el desafío consiste en crear productos de ahorro y crédito ajustados a las distintas etapas del ciclo vital. “En el área financiera, es crucial el desarrollo de productos de ahorro a largo plazo e instrumentos fiduciarios para el acceso a vivienda de esta población”, expresó. Añadió que estas herramientas permitirían impulsar proyectos de vivienda adaptada y residencias asistidas para adultos mayores.
Por su parte, Céspedes recalcó la necesidad de planificar ciudades longevas con servicios cercanos y entornos conectados digitalmente. “No envejecemos solo en la casa, sino en la ciudad. Diseñar espacios intergeneracionales es clave para el bienestar colectivo”, señaló. Según el directivo, la planificación urbana debe considerar la movilidad, la cercanía de servicios de salud y la accesibilidad universal como pilares del desarrollo futuro.
*Este artículo fue originalmente creado por Sala de Prensa externa de El Colombiano, y perfeccionado en Open House con la ayuda de una inteligencia artificial que utiliza ‘Machine Learning’ para corrección de texto similar al humano.
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