CATALIZACIÓN DE LA INDUSTRIA INMOBILIARIA, EFECTO PETRO-LISTA CLINTON!

Por: FERNANDO GIRALDO NARANJO (Marketer & Estratega Real Estate)

Apreciados lectores,                     

        La incorporación del presidente Gustavo Petro y su círculo cercano a la «Lista Clinton», más allá de la controversia política, marca un punto de inflexión para el sector inmobiliario colombiano. Este hecho, que inicialmente podría percibirse como un golpe reputacional, puede transformarse en una «OPORTUNIDAD HISTÓRICA»: para purificar, profesionalizar y reposicionar la industria bajo estándares internacionales de transparencia, gobernanza y trazabilidad financiera, lo que se traduce en elementos claves para recuperar la confianza del inversionista y comprador  estadounidense.

Un cambio inevitable en la estructura del mercado!

            El mercado inmobiliario colombiano ha cargado por años con un lastre de informalidad en la gestión fiduciaria, prácticas opacas en los procesos de preventa y débil trazabilidad de los flujos financieros. La situación actual obliga a una depuración estructural.

            La presión internacional derivada de la «Lista Clinton», exigirá que toda transacción con potencial vínculo estadounidense o con corresponsales financieros globales, pase por estrictos filtros de compliance, due diligence y transparencia documental.

            Aunque esto generará inicialmente un sismo de grandes magnitudes, el resultado será un ecosistema más sólido, profesional y confiable, donde las constructoras con estructura corporativa seria, calificación Fitch, auditorías externas y gobierno corporativo verificado, se diferenciarán inmediatamente del resto y tomarán ventaja.

La transparencia como nuevo activo inmobiliario!

             El inversionista y comprador internacional —especialmente el estadounidense— no busca sólo metros cuadrados, sino confianza y respaldo legal. La coyuntura actual abre la puerta para que las constructoras colombianas rediseñen su narrativa corporativa y conviertan la transparencia en un valor de venta.

             Los proyectos que presenten certificaciones de origen de fondos, procesos fiduciarios confiables, auditorías de cumplimiento y calificaciones financieras podrán colocarse con ventaja en un mercado global que demanda certidumbre.

             En otras palabras, lo que antes era visto como un trámite adicional, ahora se convierte en un argumento comercial poderoso: demostrar que el dinero del comprador está protegido bajo normas que cumplen estándares OFAC, AML y KYC.

Calificación Fitch: el nuevo lenguaje de la confianza!

              En este escenario, las calificaciones crediticias internacionales, como las otorgadas por «Fitch Ratings», serán un diferenciador esencial. Una constructora o vehículo inmobiliario con una calificación reconocida transmite solvencia, gobernanza y cumplimiento. Esta práctica, todavía incipiente en Colombia — en este rubro se destaca Arquitectura & Concreto —, se convertirá en un requisito indispensable para atraer capital y clientes extranjeros.

              Las constructoras que logren someter sus balances y proyectos a evaluaciones de «Fitch o Moody’s» no solo mejorarán su reputación, sino que abrirán la puerta a financiamientos más competitivos y a una clientela institucional que antes no veía al país como destino confiable.

              La coyuntura «Petro-Lista Clinton» puede ser, paradójicamente, el catalizador que acelere la adopción de estos estándares globales.

La oportunidad oculta para reposicionar el país en el mapa inmobiliario!

              Estados Unidos representa uno de los principales flujos de inversionistas y compradores de vivienda en América Latina, especialmente en el segmento second home y investment property. Si Colombia logra responder al contexto, con institucionalidad y transparencia, puede reposicionarse como un destino sólido en medio de un entorno latinoamericano convulso.

              Las firmas que adopten protocolos de gobernanza, presenten información financiera auditada y trabajen con fiduciarias reguladas y bien reputadas bajo estándares internacionales no solo sobrevivirán, sino que captarán el interés de los buyers y brokers norteamericanos que hoy buscan entornos más seguros y legales para invertir fuera de EE. UU.

El lado positivo, de la crisis reputacional al renacimiento financiero!

              La inclusión de Petro a la «Lista Clinton» no debe verse como un cierre de puertas, sino como una alarma que obliga al sector a hacer lo que debía hacer hace años: profesionalizarse, auditarse y certificarse.

              El inversionista y comprador estadounidense no se alejará del mercado colombiano; se acercará a quienes demuestren orden, ética y solvencia.

              Por eso, el futuro inmediato del real estate nacional no será de quienes construyan más, sino de quienes construyan mejor, con transparencia, gobernanza y reputación verificable.

             El “riesgo Petro” puede convertirse, en perspectiva, en el punto de partida de una nueva era de credibilidad inmobiliaria para Colombia: una industria más limpia, más institucional y finalmente alineada con las exigencias del capital global.

Lo digo yo!

FERNANDO GIRALDO NARANJO

CEO OPEN HOUSE Colombia

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